El conflicto forma parte de la vida y es un motor de
progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para
mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a
resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y
negociando.
LAS EMOCIONES DE NEGACIÓN DE CONFLICTO
Es inevitable sentir emociones como el enfado, la alegría o
la decepción durante una negociación. Resulta imposible evitar que surjan, pero
sí puedes aprender a gestionar tanto tus emociones como las de la persona con
la que negocias.
En las negociaciones suele haber intereses encontrados,
imagina que eres propietario de un local comercial y quieres subir el alquiler
a tu inquilino, seguramente él querrá que la subida sea lo más baja posible y
tú querrás obtener un rendimiento que sea acorde con el mercado. Esos intereses
hacen que puedan surgir conflictos durante la negociación y es ahí donde juegan
un papel muy importante las emociones.